domingo, 19 de octubre de 2008

Valle del Encanto


Categoría : Monumento Histórico
Ubicación : Ruta 45, de Ovalle al poniente
Comuna : Ovalle
Región : De Coquimbo
Decreto : 158 05/02/1973

La cuenca del río Limarí es quizá la más rica en grabados o petroglifos del Norte Chico, configurándose en ella un estilo de arte rupestre -el Estilo Limarí-, del cual también se encuentran manifestaciones hacia el sur, hasta el Valle del Choapa, y hasta el valle del Elqui por el norte. Los petroglifos se presentan concentrados en sitios estratégicos, o bien dispersos en áreas extensas, correspondientes a explanadas marginales de las quebradas afluentes de los principales ríos. La esencia del Estilo Limarí son las representaciones, hechas por grabado profundo, de cabezas-tiara, es decir, rostros con tocados en la cabeza.

En el Valle del Encanto estas manifestaciones artísticas alcanzan un nivel de excelencia. El lugar ofrece más de 67 bloques rocosos con petroglifos y cinco pinturas. Ellos se asocian a otros 60 bloques portadores de piedras tacitas, es decir, rocas en las que se han esculpido concavidades.

El tema más popular, al mismo tiempo que más llamativo, de las cabezas-tiara se constituye por la representación de grandes cabezas humanas de corte cuadrangular, enmascaradas y premunidas de adornos o atavíos cefálicos muy complejos. Algunas de estas imágenes, -denominadas también rostros hieráticos- presentan a sacerdotes en posición y tenida ritual. De acuerdo con el diseño de los rasgos faciales, así como del tocado, es posible hacer una tipología de máscaras, cuyo análisis ha conducido a proponer diferenciaciones tribales entre los autores de los grabados.

La representación de la figura humana en el arte del Limarí sigue la tendencia generalizada en el Norte Chico de esquematizarla extraordinariamente, apareciendo sin volumen, con una línea central vertical y por lo general en actitudes estáticas, con las extremidades abiertas o flectadas. En el Limarí se llega a estilizar la figura humana de tal forma, que se hace difícil reconocerla, pues se convierte en un círculo con dos apéndices verticales que nacen de la parte inferior del círculo. Otra figura característica es una suerte de rectángulo de lados ligeramente curvos con connotaciones antropomorfas, a veces cara , pies y brazos, así como con túnicas o vestidos.

Dentro del Estilo Limarí, los animales tienen escasa representación. Los más abundantes son los camélidos altamente estilizados, pero también hay, en menor proporción, perros, zorros, aves y roedores como la vizcacha. Respecto a los motivos abstractos del estilo, se encuentran con cierta abundancia grecas, espirales, la cruz de brazos iguales con contorno, soles, ganchos, círculos simples y concéntricos, puntos, etc.

Respecto a los creadores de este arte, las investigaciones han establecido un nexo directo entre ellos y los primeros grupos de agricultores y pastores fabricantes de alfarería del Norte Chico, correspondientes a la cultura denominada El Molle, que se desarrolló alrededor del 300 a.C. y perduró hasta por lo menos el 700 d.C. Estas comunidades del desierto semiárido distribuyeron sus asentamientos (aldeas, cementerios, etc.) siguiendo los valles transversales, los interfluvios y el litoral desde el río Copiapó hasta el río Choapa. Cultivaban el maíz, cuidaban camélidos y mantenían intercambios con las poblaciones del Desierto de Atacama y del noroeste Argentino.

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